4 formas de cuidar las venas de tus piernas
4 formas de cuidar las venas de tus piernas
Una gran cantidad de personas padecen enfermedades venosas, sin embargo, son muy pocas las que buscan un tratamiento para las mismas.
Las válvulas en las venas profundas mantienen la sangre en movimiento y la llevan hacia el corazón (vs la gravedad). Algunas veces las paredes de las venas se debilitan y las válvulas se dañan. Como resultado, una persona puede desarrollar una enfermedad venosa, también conocida como insuficiencia venosa crónica. Una persona que tiene insuficiencia venosa crónica experimentará una variedad de síntomas creados por la incapacidad de la sangre para salir de las piernas.
Los síntomas de la enfermedad venosa pueden variar mucho. Puede ser tan simple como hinchazón, incomodidad y dolor en las piernas. O pueden llegar a ser venas varicosas que pueden ser antiestéticas. En casos más extremos, puede haber daños en la piel como decoloración o llagas que no se curan tan fácilmente.
¿Cómo se desarrolla una enfermedad en las venas?
Hay muchos factores que ponen a una persona en riesgo de desarrollar insuficiencia venosa. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar la enfermedad debido a los cambios hormonales. Las personas que pasan una gran parte del día de pie o sentados, también corren un alto riesgo. Los coágulos de sangre en las piernas también pueden dañar las venas de una persona y ponerlas en riesgo de contraer la enfermedad. Y aquellos que tienen antecedentes familiares de insuficiencia venosa también pueden desarrollarla.
Existen 4 formas de cuidar las venas de tus piernas que puede controlar la enfermedad:
- Compresión: usar medias de compresión o calcetines para regularizar la circulación de la sangre en la pierna y para disminuir la inflamación potencial.
- Mantenerse en movimiento: evitar estar sentado o de pie por largos períodos de tiempo. Incluso un ligero movimiento de las piernas puede ayudar a la circulación. Se sugiere que flexionar, mover los pies en la articulación del tobillo hacia arriba y hacia abajo. Mientras se está sentado o cambiar de posición mientras se está de pie puede ayudar a aliviar la presión.
- Más ejercicio: el ejercicio regular puede ayudar a fortalecer los músculos de las piernas que ayudan en la constricción de las venas. También puede ayudar a reducir el riesgo de sobrepeso, que puede conducir a la enfermedad.
- Atender las heridas: la insuficiencia venosa puede causar llagas en la piel que son difíciles de curar. Es importante buscar ayuda de un médico para ayudar a cuidar las heridas que puedan surgir debido a la enfermedad.
Si la enfermedad progresa
La enfermedad puede progresar a un nivel donde las medidas conservadoras no son suficientes y se forman síntomas como decoloración o engrosamiento de la piel y se forman úlceras en la piel. En este caso, es necesaria la intervención médica.
Los dispositivos de compresión graduada se utilizan para todas las etapas de la insuficiencia venosa crónica, que incluye venas varicosas, edema, cambios cutáneos de estasis y procedimientos venosos. Podrían usarse también para prevenir y tratar el síndrome postrombótico.
El objetivo de la terapia compresiva es “reforzar” las venas, reducir la presión venosa, normalizar la función de la pared vascular y mejorar el metabolismo en los tejidos. Los dispositivos de compresión neumática se utilizan para disminuir la hinchazón excesiva y aumentar la circulación y son ideales para ser utilizados en el hogar, clínicas, hospitales, etc.
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