Terapia compresiva: ¿por qué y para qué?

Terapia compresiva para atletas: ¿por qué y para qué?

Terapia compresiva: muchos atletas experimentan una condición conocida como edema inducido por el ejercicio después del mismo. Puede que no te encuentres familiarizado con este término, sin embargo, es probable que reconozcas los síntomas.

¿Alguna vez has tenido problemas para quitarte un anillo después de salir a correr?
¿Se te hinchan los pies y los tobillos después de la actividad atlética?
Estos podrían ser síntomas de un edema inducido por el ejercicio.

El edema es esencialmente una acumulación de exceso de líquido que causa hinchazón. Hay muchas causas potenciales de esta condición, tales como:

• Cambios en el flujo sanguíneo durante el ejercicio
• Mala circulacion
• Presión arterial alta o baja
• Deshidración
• Exposición a altas o bajas temperaturas.

En muchos casos, el edema inducido por el ejercicio es un inconveniente menor, pero que causa molestias temporales. Sin embargo, si experimenta este tipo de inflamación y no desaparece a las pocas horas después de la actividad, esto puede ser un signo de un problema médico mayor y debes consultar a un médico.

Prevención del edema inducido por el ejercicio

Es preferible la prevención de una lesión que una condición incómoda como la hinchazón después del ejercicio. Aquí hay algunas tácticas de prevención de edema que puedes probar.

Mantente hidratado y consume menos sal

Comer alimentos procesados ​​y consumir mucha sal puede llevar a la retención de agua, lo que contribuye a la hinchazón inducida por el ejercicio. Esto se puede agravar si no bebes suficiente agua. Hidratarse antes, durante y después del ejercicio y evitar el exceso de sal en tu dieta ayuda a prevenir la hinchazón.

Promueve la circulación

la sangre fluye rápidamente a las manos y los pies durante el ejercicio. Pero la mala circulación no la regresa lo suficientemente rápido. Esto se puede prevenir cerrando y abriendo periódicamente sus puños mientras levantas tus brazos por encima de la cabeza. O también, haciendo semicírculos con tus piernas y brazos.

Revisa tu postura

Trata de mantener una posición neutra de la columna vertebral y observa la colocación de sus brazos y manos mientras hace ejercicio. Si tiendea a apretar los puños, estira las manos de vez en cuando para que la sangre se mueva.

Revisa tu ropa

Las camisas atléticas, pantalones y zapatos, no deben estar tan ajustados. Cuando la ropa está demasiado ajustada, la sangre y los fluidos no pueden regresar con facilidad, lo que lleva a la hinchazón. Asegúrate de tener ropa holgada y calzado de tamaño adecuado antes de comenzar el ejercicio. Muchos atletas también utilizan calcetines de compresión pueden ayudar a prevenir la formación de edema.

La mayoría de las veces, el edema inducido por el ejercicio desaparecerá por sí solo con descanso después de la actividad. Sin embargo, puede acelerar el proceso de curación de varias maneras:

Elevar las extremidades

La elevación usa la gravedad para ayudar a promover el flujo de exceso de líquido lejos del área afectada. Si experimentas hinchazón en los pies, los tobillos o la parte inferior de las piernas, intenta levantar los pies después del ejercicio. Si la hinchazón está en manos o muñecas, intenta elevar tus manos por encima del nivel de tu corazón.

Usar terapia de compresión

La terapia compresiva bombea de forma activa el edema desde las áreas donde se ha acumulado. A medida que la envoltura se expande y se contrae, el exceso de líquidos se bombea. La compresión constante evita que el líquido regrese y ayuda a tratar el edema inducido por el ejercicio para que pueda recuperar el rango normal de movimiento y ayudar a eliminar las molestias asociadas.