Natación para tus venas y sus beneficios
Natación para tus venas y sus beneficios
Es posible que hayas escuchado que el ejercicio ayuda a prevenir y controlar las várices, pero ¿sabes qué tipo de ejercicio es este? Si bien hay una serie de opciones positivas, la más recomendada por los especialistas en venas es la natación. Esta actividad aeróbica de bajo impacto beneficia a las venas, y al resto de su cuerpo, de muchas maneras.
El doble papel del ejercicio acuático
Hacer ejercicio en el agua ofrece un doble beneficio para quienes sufren de venas varicosas. Primero, nadar disminuye el efecto de la gravedad en las venas de las piernas, lo que alivia la presión sobre los vasos. La natación también mejora la circulación en las piernas, ya que la leve presión del agua hace que los músculos ayuden a que las venas empujen la sangre hacia el corazón de manera más eficiente. Razón por la cual, es uno de los pocos ejercicios que utiliza todos tus grupos musculares al mismo tiempo, lo que mejora tu circulación general incluso más que la mayoría de los otros tipos de ejercicio.
Otros beneficios de la natación
Además de beneficiar las venas de las piernas, la natación ofrece una variedad de beneficios para todo el cuerpo:
• Entrenamiento de bajo impacto que disminuye el riesgo de lesiones
• Mejora la flexibilidad y movilidad de las articulaciones rígidas
• La actividad aeróbica mejora el uso de oxígeno para pulmones y un corazón más saludables
• Trabaja la parte superior e inferior del cuerpo al mismo tiempo
• Aumenta la fuerza mientras tonifica el cuerpo
Además de aliviar los síntomas dolorosos de las várices, los entrenamientos regulares de natación pueden incluso, reducir los vasos inflamados que ya han aparecido. Si aún no ha desarrollado venas varicosas, nadar puede ayudar a mantener a raya las venas inflamadas.
Consejos para comenzar un programa de natación
Si la natación no ha sido parte de tu programa de ejercicios, es mejor comenzar lentamente con ella. Algunas personas descubren que simplemente pisar el agua es una buena manera de acostumbrarse a ella y aumentar la fuerza muscular básica para entrenamientos más intensos. También puedes usar una tabla para darle un descanso a tus brazos mientras continúas trabajando tus piernas. Si no te gusta nadar, también puedes beneficiarte de ejercicios acuáticos básicos como levantar piernas o pedalear.
La natación es una excelente manera de controlar las várices que ya se han producido, sin embargo, el ejercicio no revertirá esos vasos inflamados por completo. Consulta a tu angiólogo para conocer más opciones que apoyen a tu tratamiento.
Los dispositivos de compresión graduada se utilizan para todas las etapas de la insuficiencia venosa crónica, que incluye venas varicosas, edema, cambios cutáneos de estasis y procedimientos venosos. Podrían usarse también para prevenir y tratar el síndrome postrombótico.
El objetivo de la terapia compresiva es “reforzar” las venas, reducir la presión venosa, normalizar la función de la pared vascular y mejorar el metabolismo en los tejidos. Los dispositivos de compresión neumática se utilizan para disminuir la hinchazón excesiva y aumentar la circulación y son ideales para ser utilizados en el hogar, clínicas, hospitales, etc.
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