Caminar después de un reemplazo de rodilla
Caminar después de un reemplazo de rodilla
Hablemos de caminar después del reemplazo de rodilla. Algo realmente importante es obtener la extensión, el estiramiento de la rodilla. Cuando la rodilla está completamente extendida, debe estar a cero grados.
Existen casos en los que posterior a una cirugía de rodilla, hay que esforzarse un poco más para conseguirlo. Cuando caminamos de forma natural, nuestro talón es el primero en tocar el suelo. Posteriormente lo hará la punta de nuestro pie. Y es esto lo que llamamos patrón de caminata. Ese primer paso, cuando el talón golpea primero, se conoce como golpe de talón. Lo que viene después, lo llamamos despegue.
Extensión de rodilla de 0°
Para que el talón se ale primero en tocar el suelo, requerimos una extensión de 0° en la rodilla. Después del reemplazo de rodilla, a veces sucede como si los músculos tuvieran que volver a aprender cuál es su trabajo. La pierna tiene que volver a aprender lo que ya debería estar haciendo. Para ello habrá que tomarse el tiempo y preguntarse “¿Cómo estoy caminando? ¿Qué estoy haciendo con mis pies cuando camino?”.
Hay que prestar atención. Mirar hacia abajo, mirar lo que están haciendo los pies. Asegurarse de que el talón sea el primero en tocar el suelo.
Propiocepción
La relación entre la señal que brinda el cerebro a la pierna, para que el pie toque el suelo, se llama propiocepción. Esa relación toma tiempo para desarrollarse nuevamente después de la cirugía. Es importante porque el cerebro nos dice dónde está nuestro pie en el espacio. Si el pie aún no ha tocado el piso, si ya lo tocó, o si está a punto de tocar una superficie que puede ser desigual. Todas estas son cosas importantes para que una pierna reciba el mensaje del cerebro de manera oportuna.
Por ejemplo, si pisamos el césped o caminamos sobre la arena, el pie debe saberlo antes de pisar. Debido a que requerimos un poco más de equilibrio para caminar sobre ese tipo de superficies. Necesitamos esa buena relación para no perder el equilibrio. Si estaba a punto de subir a una acera, el cerebro necesita decirle al pie qué tan alto debe levantarse para tener una buena distancia.
Después de una cirugía, el movilizador pasivo de rodilla, también puede utilizarse para recuperar la extensión de la articulación.
La supervisión de los pacientes es esencial, especialmente en las primeras etapas cuando los bloqueos nerviosos están activos, para evitar lesiones nerviosas o ruptura de heridas. Deben evitarse los apósitos apretados. La terapia del movimiento pasivo continuo también puede continuarse en el hogar en pacientes que no han alcanzado su máximo rango de movimiento objetivo mientras están en el hospital.
El uso del CPM puede variar entre un uso de 7-15 días promedio.
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