¿SABÍAS QUE LA RODILLA ES UNA DE LAS ARTICULACIONES QUE MÁS SUFRE?

Y además soporta gran parte del peso del cuerpo. Está compuesta por huesos, ligamentos y elementos de amortiguación llamados meniscos, envueltos todos ellos en una cápsula con líquido sinovial en su interior, que ayuda a lubricarla.

Aquí algunos consejos para prevenir la aparición de lesiones y disminuir el desgaste de la articulación

Combate el sobrepeso y las variaciones bruscas de peso: mantenlo con un índice de masa corporal (IMC) entre 18,5 y 25, para edades entre los 20 y 60 años. El IMC relaciona   tu peso con la altura y es fácil de calcular: IMC= peso (kg) / altura (m)2.

Haz ejercicio físico: practica deporte de acuerdo con tu nivel físico, sin forzar la rodilla e intentando no lesionarte. Ir en bicicleta y subir las escaleras es muy aconsejable. Antes de empezar, calienta, y al terminar, estira la musculatura. Además, utiliza siempre un calzado correcto.

Evita estar demasiado tiempo parado de pie o con la articulación sin movimiento porque mantener una posición por un tiempo prolongado puede producir sobrecarga en la articulación de la rodilla.

No fuerces si hay molestias: mantén la articulación en reposo y aplícale frío si notas algún chasquido, dolor o inflamación. Aun así, si piensas que hay algo que no funciona bien en la rodilla, consulta a un profesional. El diagnóstico a tiempo hace que podamos solucionar muchos problemas.

Come de forma sana: una alimentación adecuada es indispensable para mantener en buenas condiciones la articulación. Así, es recomendable una dieta rica en calcio, proteínas en dosis adecuadas y micronutrientes, como lo son las vitaminas y los minerales.