¿A quién va destinada la Terapia de Compresión?

Comenzaremos con dos principales grupos que son candidatos a las terapias de compresión:

1. Quienes sufren algún de algún trastorno del sistema circulatorio, como várices, edemas, problemas vasculares, alteraciones en la circulación de retorno (venoso y linfático), como son el linfedema e insuficiencia venosa, o problemas de irrigación surgidos despues de una operación (postoperatorio).

Como por ejemplo

La aplicación de la Terapia de Compresión a mujeres que han pasado por una mastectomía o a pacientes que han sido sometidos a liposucción o cirugías de larga duración para que de esta forma el tejido quede más firme.

2. Deportistas que desean optimizar su rendimiento físico. Al contrario del ejercicio físico y otras formas de tonificación, al finalizar una sesión de Terapia de Compresión, las piernas se sienten más ligeras y descansadas, a causa de las mejoras circulatorias, que son la base del tratamiento.

Por último, es importante destacar que la Terapia de Compresión debe realizarse siempre con la supervisión y recomendación de un especialista.

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