Movilizador Pasivo de Rodilla
Las investigaciones experimentales en la década de 1970 proporcionaron la base científica para el tratamiento de CPM (Movilizador Pasivo de Rodilla) utilizando equipos de ejercicio impulsados por motor. La experiencia clínica positiva, con esta interesante modalidad terapéutica bien recibida por cirujanos, terapeutas y pacientes, aceleró su aceptación generalizada.
Cuarenta años más tarde, los avances en tecnología y la extensión de esta forma de terapia de rehabilitación posquirúrgica a nuevas indicaciones y protocolos demuestran que CPM todavía juega un papel integral y significativo en la recuperación ortopédica. Para el paciente, es un método valioso y bien tolerado para restablecer rápidamente la función articular, la movilidad y la confianza perdida.
Para los pacientes que buscan optimizar su recuperación de la cirugía en las articulaciones, la terapia de CPM ofrece una excelente opción para su recuperación. Al contratar un CPM, el paciente puede lograr mejores resultados para su movilidad, dolor y actividades de la vida diaria.
Esto es particularmente útil para la recuperación posoperatoria de mano y muñeca, codo, hombro y tobillo, donde los dispositivos de CPM se pueden utilizar con menos frecuencia.
Los beneficios de CPM para curar el cartílago:
- – Nutrición mejorada y actividad metabólica
- – Cicatrización acelerada de los tejidos articulares
- – Regeneración del cartílago
Indicaciones para la rodilla y la cadera
- Cirugía de reemplazo de rodilla
- Fracturas (es decir, patelar, meseta de la tibia, femoral
- Cirugía de cadera, incluyendo reemplazo de cadera, fijación de cadera, osteotomía
- Reparaciones de ligamentos
- Cirugía artroscópica (es decir, menisectomías, patelectomías) – Quemaduras
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